Es que las palabras se acortan con el tiempo, y es que cuando uno escribe, escribe por pura satisfacción, por puro sentimiento, de corazón. La cosa es que el tiempo está detrás de nosotros, y el punto no es que lo tenga detrás, ni que el tiempo sea un cuchillo que lo sostiene Dios, el punto es que ese cuchillo es un viene y va, que debilita el hilo que sostiene mi vida…, y la de los demás, es ahí cuando dejo de escribir, cuando el tiempo me recuerda que tengo que seguir.
¡Señor! me tocó una fibrilla muy sensible demi alma... casi lloro, lo juro. Muy bueno. ¿No le gustaría mandar alguna contribución para el próximo número de Habitantes de Moria? Ya sea material gráfico (fotografias) o algún escrito. Podemos publicarlo en linea, si gusta ;)
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