sábado, 11 de septiembre de 2010

Los Corazones de María

Está ahí, sigue ahí.

Lúgubre noche, que la luna alumbra, obscuridad inerte, extraños que burlas.

Diamantes preciosos, adornan su cuerpo, derrocha pasión, lujuria y deseo.

María, Intacta está ahí, tal cual maniquí, ignorando ovaciones, ilusionado corazones.

María ven, corre aquí, envuelve tu amor en mí, que en esta lúgubre noche viviré en ti.

Tu cuerpo será mi posada, tu boca será mi mal, tus ojos penetraran mi alma, nuestras almas una se harán, así nuestros cuerpos se encontraran, todo, bajo esta luna que nos alumbra … Yo tendré el deseo, en ti quedara la lujuria, tus mano trasmitirán la pasión, pasión prohibida, pasión antigua.

A tu lado, el tiempo quisiera detener, instantes; volverlos horas tal vez, segundos que pasan, segundos que marcan mi desdicha, de tenerte por una noche esta vez.

María, María preciosa, cual diamantes y perlas, que adornan tu cuerpo, cuerpo preciado, cuerpo deseado, cuerpo que sede: al mejor postor.

María perdóname, por no enaltecer, con diamantes y perlas tu cuerpo de mujer, por no poder satisfacer ese deseo, esa avaricia, María … Perdóname, otra vez, por ser quien soy, egoísta tal vez, pero esta noche, esta noche María …

Lúgubre noche, que la luna alumbra, obscuridad inerte, extraños que burlas.

Tu cuerpo a mi lado, tu mano en mi, de sangre inundados, el tiempo nos corre de aquí, tu corazón a dejado de latir, el mío a punto lo está, cierra tus ojos María, que te he liberado, el puñal en tus corazones ha entrado, nuestros corazones ha clavado.

 

viernes, 10 de septiembre de 2010

Segundo

Cada segundo es toda una vida, y en esa vida, un amor, cada segundo es una maravilla, y en esa maravilla, un corazón.


Pero entonces estamos aquí, sentados en este jardín, disimulando miradas, inútiles corazonadas.

Los segundos nos matan poco a poco, el tiempo nos llama, los segundos se pasan poco a poco, el destina nos clama.

Tu mano en mi corazón, deslumbro un desamor, lloramos sin razón, la causa es nuestro temor.

Y los segundos siguen trabajando, pues de no hacerlo, lo nuestro moriría, y los segundos siguen ahí, uno tras otro, se va quedando en el fin.

Siento el viento rozar mi cara, siento la noche caer sobre mí, siento perder tu mirada, temo perderte, temo estar sin ti.

¿Qué haría el tiempo sin los segundos? ¿Podría el tiempo sin ellos vivir?

¿Qué haría yo sin tu cuerpo? ¿Podría sin tu amor seguir?

Mi alma renace otra vez, de tu amor que me hizo caer, mi vida sentido vuelve a tener, esta alma ahora tuya vuelve a ser.

Y los segundos nos rodean, las palabras no aclaman, el tiempo se refleja, los segundos nos separan.

Es tu decisión, decide de una vez, mi corazón en tus manos esta…, yo mas, ya no puedo dar.

Cada segundo es tiempo para mentir, cada segundo es uno menos para decidir.


jueves, 9 de septiembre de 2010

El tiempo

Es que las palabras se acortan con el tiempo, y es que cuando uno escribe, escribe por pura satisfacción, por puro sentimiento, de corazón. La cosa es que el tiempo está detrás de nosotros, y el punto no es que lo tenga detrás, ni que el tiempo sea un cuchillo que lo sostiene Dios, el punto es que ese cuchillo es un viene y va, que debilita el hilo que sostiene mi vida…, y la de los demás, es ahí cuando dejo de escribir, cuando el tiempo me recuerda que tengo que seguir.